martes, 6 de mayo de 2008

Posesión Cristianaca

Erase una vez un cristiano muy pero muy fanático… su nombre era Cirulo.

Un día fue a la cena especial que se celebraría en la iglesia a la cual asistía. Había toda clase de manjares, panes, galletas, embutidos, bebidas, en fin; todo tan tentador como para subir tres kilos en una sentada.

El hermano Cirulo era conocido y querido dentro de la congregación. Ya estando en la cena, Cirulo se la paso a come y come, como niño huérfano recién destetado. Era un tipo de buen diente con un estomago que podía almacenar comida para un ayuno de 30 días sin complicaciones.

Cirulo sentado cerca de una mesa mientras comía leía la Biblia al mismo tiempo, ya que le gustaba estar todo el tiempo en comunicación con Dios. Su extremismo en relación a la palabra era titánico. No veía televisión, reprendía los poster de los diablos rojos del Toluca (equipo de futbol), no comía carne de puerco, no tomaba café, incluso decía: “Si mi Señor tuviera Messenger chatearía todo el día con él y lo colocaría en la lista de mis contactos preferidos”.

En sus momentos de paz y alimentación el hermano Cirulo dando mordiscos a una pequeña torta, observo con curiosidad hacia la derecha donde se encontraba una pequeña lata amarilla sobre la mesa de los manjares. Su torta estaba hecha de pequeñas porciones del contenido proveniente de la lata.

Abrió los ojos con asombro y tristeza mientras exclamaba ---No Señor no, no—en ese momento cayo al suelo como fulminado por un rayo. Mientras su cuerpo se convulsionaba y salía baba espumosa de la boca con una expresión de terror en su cara.

Todos los asistentes cristianos corrieron ayudarlo. Una hermana gritaba (tenia que ser mujer) con aullidos y chillidos “lo han envenenado”. El Pastor Sandalia corrió hacia Cirulo para prestarle auxilio espiritual y físico a su oveja congregante.

Mientras el Pastor Sandalia le daba los primero auxilios a Cirulo, sintió el pastor un dolor intenso en el antebrazo. Cirulo no me muerdas!! –le gritaba el pastor—Cirulo se incorporo y al instante los ojos se le pusieron blancos con un lenguaje extraño que emitía de su boca. . Todos los presentes corrían llenos de terror ante una posible mordida de aquel hombre en estado salvaje y primitivo.

Todo era un caos. Una hermana se escondió debajo de la mesa reprendiendo a Cirulo. Otro hermano tirado en el suelo arrastrándose, tratando de escapar del alocado con espuma como perro rabioso mientras le mordía a tirones el pantalón; al mismo tiempo un niño de 3 años llorando pegándole al hermano Cirulo en la cabeza con un biberón, el cual era un arma inútil ante esa fiera.

Todos los varones que estaban en la cena se le echaron encima a Cirulo. Increíble la fuerza de este hombre. Aproximadamente entre 10 y 12 pudieron sujetarlo. El hermano salvaje movía y agitaba la cabeza para todos lados cual personaje peliculesco poseído bufando y frunciendo el ceño.

Una vez sometido por todos los varones. El pastor sandalia dijo: Veneno no es, fue algo mas que lo puso como loco al hermano Cirulo. Fue la lata amarilla yo lo vi ---grito una hermana---
---Tráiganme esa lata para ver de que se trata.

Le llevaron la lata amarilla al pastor que la tomo entre sus manos, se coloco sus gafas y leyó silencioso. Suspiro con una expresión –ay, ay—moviendo la cabeza en actitud negativa.

Pero que le paso pastor al hermano Cirulín ? --- le preguntaban todos al líder con preocupación.
---Lo que me temía, se comió una torta hecha de Jamón Endiablado.

Ya dije…entre religiosos te veas...

4 comentarios:

  1. Jajaja me dio mucha risa, me imaginé mil cosas menos eso.

    Thanks!!! :)

    *TESSY*

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  2. Buenas tardes

    Seguí su blog porque me dejó un comentario en el mío, y cuando llego me encuentro que ud hace burla de los asuntos de Dios... Respeto su postura pero dejeme decirle que está equivocado en la misma, Dios quiera que pueda cambiar su actitud porque es desviada.

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  3. Bien mi estimado amigo Halcón.
    Que le puedo decir? La historia se refiere en si a personas demasiados religiosas.

    Probablemente crea que me burlo de los asuntos de Dios. Esa no es mi línea.

    Respeto su postura de rectitud y perfeccionamiento cristiano que usted tiene, al parecer usted nunca se equivoca resultado de tener falta de sentido del humor.

    Dios quiera usted un día pueda reír o por lo menos sonreír.

    Atte.
    Un ser imperfecto

    PD. No se comería a caso un jamón endiablado?

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  4. Ja, ja, que bueno... "Entre religiosos anda el juego"

    Saludos

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Que no le de pena!!

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