Muchas veces es difícil que acepten líderes, pastores, subordinados espirituales, que existe como en un organismo gubernamental, una burocracia cristiana. Es habitual que cuando una iglesia surge como una Asociación Religiosa, hay personas quienes tienen funciones dentro de una congregación, estas responsabilidades se vuelven “rutinarias” mermando con el tiempo lo que en un principio fue la disposición por los demás.
Recuerdo que hace como 3 años un conocido que trabaja para el Gobierno del estado me ofreció un trabajo, como todo cristiano ¾ fui a buscar al pastor para que orara por mi ya que había aceptado el trabajo. Cuando busque al pastor tenia citas ese día con otros congregantes –es normal porque muchos quieren charlar y recibir orientación con él—algo que se debe de tener es prudencia porque eso de llegar sin avisar no es bueno, ya que colocas a la otra persona en una situación incomoda al no poderte atender bien. Así que me dirigí con su secretaria con la finalidad de que me diera una cita, comenzó a revisar la agenda y me dijo:
--pasado mañana a X hora.
--Ok, perfecto yo me presento
Cuando llego el día me dijeron que había tenido que salir el pastor por otros pendientes que se habían sucitado. Ok, no hay problema –le dije a la secretaria. Me ofreció nuevamente una cita para otro día, y me pidió nuevamente mis datos –los perdió o los traspapeló—y que en dos días más se comunicaba por teléfono para avisarme cuando el pastor tenía tiempo. Pasaron 2 días, 3, 4, 5, y nada, por lo que ya me encontraba laborando, de todos modos regrese para que me dijeran que había sucedido y si podían decirme cuando podría ver al pastor y si no se encontraba ocupado, claro con otra cita, como si fuera el Seguro Social –estar vuelta y vuelta-- entonces se me ocurrió mejor esperarme un rato a que terminara el pastor de ministrar para aprovechar el inter entre sus citas y solo me dijera cuando podía recibirme, cuando vi que termino me acerque y le comente:
--Buenos días, disculpe pastor he tratado de verlo y por diversos motivos no se ha podido, no le quito su tiempo solo quiero saber si me puede recibir un día en que se encuentre desocupado, y he sacado varias citas y no me dicen cuando podemos charlar. Me respondió –si claro, ve con la hermana y dile tus datos para que te llame por teléfono y te diga cuando hacer la cita y podamos hablar, porque en toda esta semana estoy muy ocupado y hay mucho trabajo—ya vas que chutas pensé, ya esta. Primero le digo a la secretaria que me de una cita y después espero me llame para decirme cuando nos vemos. Lastima!! porque lo primero si fue y lo segundo no. Por lo que decidí dejar las cosas en paz.
Hay un dicho que dice “pretextos sobran” es entendible que a los lideres se les junte la chamba como suele suceder con eventos, congresos, enfermos, etc. pero no hay que olvidar que dentro de las características de una organización están la disponibilidad ser indispensable que da como resultado satisfacción por cumplir con fin o cometido.
Algo curioso que no imagine es que también fui a pedir una cita con el patrono (jefe del jefe de mi jefe del trabajo) para comentarle que próximamente estaría laborando con ellos, y agradecerle las atenciones recibidas. En este caso su secretaria me dio cita para tres días a x hora por la mañana. Siendo sincero pensé que nunca me recibiría por las múltiples funciones y ocupaciones que en su trabajo tiene o en su caso me mandaría con su ayudante. Mis pensamientos fueron totalmente erróneos ya que si me recibió personalmente por un espacio de casi 20 minutos. Increíble! Dos personas con oficios opuestos y responsabilidades similares al mismo tiempo, con base en la atención personal.
Este detalle en el cristianismo congregacional actualmente se ha convertido en algunos casos en simple burocracia. No puedo atenderlo, vea al copastor, diacono, Juanchito el de apoyo, hay un próximo evento por lo que no se puede ahorita, y un sinfín de pretextos.
No me puedo imaginar a Jesús en actitud de líder-burócrata diciendo “disculpa no puedo atenderte, vea a mi secretario Simón Pedro alias Peter para que en una cita próximamente lo veamos porque estamos hasta el tope de trabajo sanando enfermos, predicando, resucitando muertos, además de que ya nos vamos a Jerusalén este fin de semana y si Judas no se le ocurre traicionarnos por el momento pronto lo atenderemos, si no fuera así, espérese hasta la segunda venida”
También por otro lado hay que comprender a los líderes donde tienen que lidiar con cada congregante que Dios nos guarde, paciencia solo paciencia.
El colmo en situación como esta, es que todavía hay algunos líderes cristianos que se quejan en los servicios que se les fueron congregantes de la iglesia. Un congregante se va por muchos motivos, pero con la salvedad que cuando no se atienden ciertos puntos como este caso, de nada sirve quejarse si no se tuvieron en cuenta pormenores, aparte de que existe una libertad de un congregante que por derecho tiene de ir a otra iglesia, es una garantía constitucional, pero ese es otro cantar.
Una congregación es parecida a un hospital donde se atiende a cualquier persona dependiendo de su estado ya sea de urgencia o de una simple gripe que con un mejoral tiene. Y un líder es parecido a un medico que esta disponible las 24 horas. O como comúnmente se menciona “el que tenga tienda que la atienda”
Ya dije…
Pues excelente reflexion...
ResponderEliminarSalu2