
(Rousseau)
Colección de estampas japonesas, perfume de lavanda, salto de cama…los amantes modernos han superado todas estas cosas.
Son más esenciales otros detalles:
--Nunca decir a una mujer al acabar la velada: “¿a dónde vamos?” No podrá contestarnos más que una cosa: “Acompáñame a casa”
--Nada de taxis. Los chóferes (casados todos) obedecen a las mujeres, aunque no paguen ellas el taxímetro.
--Si no tienes auto, planea tu última estación en un restaurante o cabaret (bar, antro) cerca de tu piso, adonde podréis llegar charlando de farol a farol.
--No vivas en un piso muy alto, sin ascensor. No busques demasiado tiempo la llave ante la puerta.
¡Cuantas voluntades se han cambiado en estos interludios!
--No enciendas las lámparas grandes de la entrada, de la sala o de la habitación. Antes de cualquier salida que te pueda ser fructuosa arregla la iluminación, que sea apenas suficiente para distinguir el decorado y bastante inquietante para que una mujer se estremezca.
--Esconde el teléfono, porque es demasiado fácil llamar a un radio-taxi y muchas mujeres prefieren perder su virtud a caminar un kilómetro solas ---sobre todo si llueve.
--Esconde también el alcohol y toda clase de bebidas: no se vaya a poner a beber a sorbitos para retrasar la caída.
Ya beberá…pero luego.
Del libro: DM
Hola, Varoloco. Te encontrè en Anobii. Un saludo desde Italia a tu hermoso paìs. Writer
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