Es bueno conocer al hombre ocioso que está invitado a cenar en casa de una mujer ociosa, con gentes que no tienen nada que hacer ni decir.(Paul Livois)
La ociosidad, al menos parcial, es cosa necesaria para disfrutar bien de las mujeres. Las noches de amor y la oficina a las ocho, son difícilmente compatibles.
También es evidente que las mujeres ociosas son objetivos excelentes, aunque dicho estado lo deban a la generosidad de otro hombre.
Del Libro: DM
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Que no le de pena!!