Cama

Leemos en la misma cama
En el libro de tu mismo cuerpo.
Es un libro que se lee en cama.
Vamos a leer el poema encantador
De las gracias de tu cuerpo gentil.
(Apollinaire)

Se ven muchas más camas gemelas en las películas de Hollywood que en los hogares de los matrimonios americanos jóvenes. En realidad, en esto como en todo, América piensa prácticamente. Cuando la pareja es joven no tiene más que una cama y si tiene dos, sólo usa una.

Cuando viene la edad de la barriga y de los humores, cada uno de los esposos busca su propio somier y sus propias pastillas y su postura especial y su sueñecito, con sus infusiones, su periódico y con todo aquello que hacía enfadar a nuestras abuelas y a nuestros abuelos.

Pero antes de esa época, una cama matrimonial tiene un enorme encanto.

El ideal sería, ---(como amamos a las mujeres, tenemos ideas lujosas)--- que cada uno tuviera su habitación, su hermoso lecho y que invitara al otro con toda fantasía. Por lo demás, la cama del señor no tiene que tener el mismo color de sábanas ni la misma suavidad de hilo que la de la señora.

Aunque es verdad que, a veces, les gusta a las mujeres que las tumben sobre alfombrillas de esparto.

Del Libro: Diccionario de las Mujeres