Beso

Yo hubiera besado enardecido, tu noble cuerpo. Y desde tus pies frescos hasta tus negras trenzas, hubiera descubierto el tesoro de las caricias profundas.

En 1944, el cura de un pueblo del Loira inferior decía al alcalde, un hidalgo que acababa de prometer a su hija: “Señor Conde, su hija va demasiado lejos. Ayer la ví, bajo los árboles, besando a su novio…en la boca…”

Las cosas han cambiado desde la Liberación. Las muchachas besan más tranquilamente y mucho mejor…

Hay cuatro edades en el beso:

--El beso de las familias, el de los tíos y tías, de los padres después de la cena, un roce furtivo de la mejilla o de la frente.

--El beso de las muchachitas, primer contacto del amor: Todo y nada. La torpeza de la fe…

--El beso de los amantes inhábiles.

Es decir, el “French Kiss”, un intercambio de salivas, una lucha de lenguas, un desorden bucal que raramente satisface.

En los primeros tiempos, solamente su audacia puede hacerlo agradable.

--Finalmente, el beso de amor, hecho de audacia y de cariño, el beso que, cuando lo das, no se sabe si se abren los labios o si están cerrados.

Las mujeres besan, generalmente, muy mal. Y los hombres, según parece, peor todavía.

Y acordarse de que, en el libro del amor, la penetración cuenta mucho menos que el cariño.

Del Libro: Diccionario de las mujeres